Fin de semana en Alicante, a pleno sol y con un tiempo inmejorable. Después de almorzar estos días en el Club de Regatas y en Petimetre (gracias, Antonio, por todas tus atenciones), hoy estaré en la playa de la Albufereta y comiendo por allí. La “terreta”, en todo su esplendor.
He estado leyendo ‘RESPIRA. La nueva ciencia de un arte olvidado’. de James Nestor. Periodista que escribe en Scientific American y The New York Times, vive en San Francisco.
A partir de una enfermedad respiratoria (bronquitis crónica), decidió indagar en este milenario arte olvidado y nos ofrece diez claves:
- Somos los peores respirdores del mundo animal, la única de las 5.400 especies de mamíferos con los dientes torcidos.
- No se te ocurra respirar por la boca. El cuerpo produce energía a través del aire y la comida con la respiración aeróbica (con oxigeno) y anaeróbica (sin oxígeno). Respirar por la boca hace descender la presión y complica la entrada de oxígeno. El insomnio crónico es un problema respiratorio.
- Debemos respirar -conscientemente- por la nariz. El olfato es el sentido más antiguo de la vida. La nariz limpia el aire, lo calienta y lo humedece para que sea más fácil de absorber. El Shiva Swarodaya, antiguo texto tántrico, lo describe muy bien: el orificio derecho despierta con el sol y el izquierdo, con la luna. Acelerador y freno. Conviene respirar alternando los orificios.
- Conviene exhalar. Necesitamos aumentar nuestra capacidad pulmonar a través de la respiración ortopédica, frente al espejo, para expandir nuestro diafragma. Es la “Coordinación Respiratoria” de Stough.
- Respiración lenta. Más que el oxígeno, la clave está en el dióxido de carbono, que ha de ser expulsado lentamente (porque lo necesitamos). Las oraciones nos ayudan a una respiración lenta: rezar cura, si respiramos a 5’5 veces por minuto’.
- Respiremos menos. Menos inhalaciones y exhalaciones para respirar mejor. Cada inspiración debe durar 3 segundos y cada expiración, cuatro. Menos es más. El pH de nuestra sangre se vuelve alcalino, más espeso, cuando respiramos más despacio.
- Masticar. El problema de muchas dietas es que son blandas. Tenemos que masticar para evitar obstrucciones en la boca. En las estatuas griegas o los retratos del Renacimiento la gente tiene forma de J. Ahora la mayoría de la gente tiene los hombros encorvados hacia delante, el cuello estirado hacia fuera y una columna vertebral en forma de S. Cuanto más mastiquemos, más células madre liberaremos, mayor densidad y crecimiento óseo provocaremos, más jóvenes pareceremos y mejor respiraremos.
- Respirar más, de vez en cuando. El sistema nervioso autónomo tiene dos secciones: parasimpático (libera serotonina, oxitocina) y simpático (se prepara para la acción). El tummo hace una violenta sacudida si los niveles de estrés son excesivos. “No somos los pasajeros, somos los pilotos”. El tummo reconstruye el sistema inmunitario del ser humano. Cada minuto fluten unos 750 ml de sangre (una botella de vino). El desequilibrio del pH en la sangre envía señalas de alarma al sistema límbico.
- Aguantar la respiración. La flexibilidad de los quimioreceptores distingue a los buenos atletas de los magníficos.
- Respirar rápido, lento y todo lo contrario. El premio Nobel Szent-Gyorgi analizó las formas de vida más primituvas del planeta y descubrió que estaban hechas de “aceptadores débiles de electrones”. El oxígeno es un aceotador potente de eletrones. Los humanos nos “oxidamos” porque nuestras células pierden la capacidad de obtener oxígeno. En todas las culturas, la sanación ha estado acompañada de energía en movimiento. La clave del yoga es el aprendizaje a ser paciente, a mantener la flexibilidad y a absorber lentamente lo que la respiración nos ofrece. El misterio y la magia de la vida se desvela en cada nueva bocanada de aire que tomamos.
En el anexo, el autor nos ofrece técnicas de respiración como la Nadi Shodhana (Respiración alternando los orificios nasales), la Coordinación Respiratoria, la Respiración Resonante o Consciente (Boteyko), el Masticado, el tummo de Wim Hof, la técnica del Sudarshan Kriya, la Respiración cuadrada de los Nay Seal, Caminar aguantando la respiración (Anders Olsson) y la 4-7-8 de Andrew Weil.
Un libro importante, porque más del 90% de nosotr@s respiramos de una forma incorrectamente, lo que repercute negativamente en nuestra salud. Mi gratitud a James Nestor por esta obra,
La canción de hoy, ‘Fuegos artificiales’, por Ire. “Agárrate, que nos vamos a estrellar/ a menos que tú lo puedas evitar.”
La entrada Nunca volverás a respirar igual se publicó primero en HABLEMOS DE TECNO TALENTO.