Hoy empiezo por la canción, de la maravillosa Rosana: ‘Si TÚ no estás’. “Latiendo un corazón de amor sin dueño”.
En general, sobrevaloramos lo que podemos conseguir a corto plazo (en un año) e infravaloramos lo que podemos lograr a largo plazo. Una llamada a la paciencia, a la perspectiva, a la serenidad que no solemos escuchar. Aviso a navegantes.
He estado leyendo ‘Equipos campeones’ de Pep Marí. Un libro para el desarrollo de equipos, con un test para valorar la grandeza de nuestros equipos, prologado por el entrenador de baloncesto Pedro Martínez y epilogado por el CEO de Natura, Sergio Durray. Pep Marí (Girona 1964), apasionado de la psicología, es autor de diversos libros. Sus valores son la pasión (con todo el cuerpo y con toda el alma), el compromiso (pagar todo el precio que cuestan tus objetivos), humildad (aprender de cualquiera) y autonomía (buscarse la vida). Su misión es acercar la psicología y ligarla al rendimiento,.
Semejanzas y diferencias entre un buen equipo y un GRAN equipo, Ambos comparten un propósito, unos valores, un reparto de roles, un cierto nivel de compromiso. Sin embargo, ¿qué distingue a unos de otros en términos de alto rendimiento? Según ha investigado Pep,
- Los buenos equipos comparten propósito y valores; los GRANDES equipos comparten nivel de compromiso y SENTIDO. De ahí su Trascendencia. De ahí sus resultados megasinérgicos.
- Los buenos equipos, fuera del lugar de trabajo comparten relaciones sociales; los GRANDES equipos comparten ESTILO DE VIDA. Como gran ejemplo, los All Blacks (equipo de rugby nacional de Nueva Zelanda), premio Príncipe de Asturias de Deportes 2017.
- Ambición. Los buenos equipos se proponen objetivos ambiciosos; los GRANDES equipos añaden a los objetivos ambiciosos (retadores, ilusionantes) una cierta dosis de LOCURA. Piden más. Como caso sobresaliente, los Chicago Bulls de Phil Jackson y Michael Jordan, los del sexto anillo, los del “último baile”. Para hacer historia, hemos de ser más valientes, determinados y persistentes.
- Aprendizaje. En un buen equipo, de un error aprende quien lo comete; en los GRANDES equipos, de un error aprenden TODOS y cada uno. “No quieras ser el mejor, ni siquiera el mejor de tu equipo. Trabaja concienzudamente para que tu equipo sea el mejor”. Esa primera persona del plural, el “nosotros”, que tanto vale. El paso del talento individual al tándem, al talento de equipo.
- Confianza (en este tema rindo pleitesía al maestro José María Gasalla). En los buenos equipos, la Confianza depende del error; en los GRANDES equipos, la Confianza depende del COMPROMISO.
- Sentimiento predominante. En los buenos equipos, sus integrantes se respetan; en los GRANDES equipos, sus miembros se ADMIRAN profundamente. Como gran ejemplo, la selección española juvenil de baloncesto con Pau Gasol, campeona de Europa 1998 y del Mundo 1999.
- Roles complementarios. En los buenos equipos, los roles se asignan; en los GRANDES equipos, los roles surgen de forma NATURAL. Talento nato (no innato, sino cultivado) que provoca que se tomen iniciativas, que sea proactivo. Que proponga y actúe responsablemente.
- Liderazgo. En los buenos equipos, el/la líder cuenta con quienes aportan; en los GRANDES equipos, el/la líder cuenta con la TOTALIDAD del equipo. “Un líder no sólo cuenta con los cracks. Sin los humildes no se llega a ninguna parte” (Manel Estiarte, mítico jugador de water-polo). Por eso un gran entrenador como Pacheta le explica asertivamente a los jugadores que no cuenta con ellos la situación; no están en el equipo (así lo contamos en el libro ‘Un Equipo Honesto’). En los buenos equipos, el/la líder mantiene tiene un estilo directivo y empático (es la Firmeza Compasiva del Liderazgo Femenino, que es cultura y no biología); en los GRANDES equipos además de directivo y empático el/la líder se muestra ASPIRACIONAL. Ese es un deseo que. más allá de la emoción y la razón, “sale de las tripas”. Mi profunda admiración una vez más a l@s grandes líderes, a l@s auténtic@s.
- Afrontar las crisis. En los buenos equipos, durante los momentos difíciles, sus componentes están pendientes del exterior; en los GRANDES equipos, durante las crisis, sus integrantes SE CENTRAN EN SÍ MISMOS. La madurez te la da la complicidad de los tuyos; no necesitas más (ni menos tampoco).
- Normativa. En los buenos equipos, sólo las personas con autoridad hacen cumplir la normativa; en los GRANDES equipos, todos se OCUPAN de las normas. Pep Marí nos cuenta el caso del Club Balonmano Granollers de la temporada 98-99.
- Talento. En los buenos equipos, el talento escasea; en los GRANDES equipos el talento se ACUMULA. ¿Por qué? No sólo por la aptitud (la preparación, las habilidades), sino por la actitud, el compromiso, el encaje en el equipo.
- Estado de ánimo. Los buenos equipos son inestables anímicamente; los GRANDES equipos muestran regularidad y CONSISTENCIA. Pep Marí utiliza el test POMS (en inglés, Perfil de Estados de Ánimo), que analice y mide la tensión, tristeza, enfado, vigor, fatiga y confusión. Como ejemplo, la Selección Femenina de Waterpolo con Miki Oca y con Jennifer Pareja omo capitana.
Pep Marí nos propone un test de grandeza de los equipos con 15 parámetros: Sentido, Ambición, Aprendizaje, Confianza, Sentimiento predominante, Asignación de roles, Cumplimiento, Liderazgo (calidad y cantidad), Estilo, Crisis, Euforia, Normativa, Talento y Estado de ánimo.
Finalmente, el autor comparte con los lectores estrategias para mejorar en los elemento de los GRANDES equipos.
Muchas gracias, Pep, con compartir tus reflexiones y aplicaciones prácticas en este libro. Un enfoque plenamente consistente con nuestro modelo de Equipo de VERDAD para el Alto Rendimiento que practicamos en el Coaching de Equipo con Comités de Dirección en el mundo de la empresa.
De cara al día de mañana, ’90 minutos’ por India Martínez.
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