Ayer por la tarde fuimos a ver ‘Cádiz‘ en el Teatro Lara. La historia de tres amigos (que compartieron verano en Caños de Meca) y ven las cosas de manera diferente. Una comedia que pretende replantear la idea de la masculinidad y la amistad entre hombres, muy bien interpretada por Fran Nortes, Bart Santana y Nacho López y dirigida por Gabriel Olivares. Entretenida y muy valorada (9 sobre 10) por el público y por mi admirado Luis Dorrego, uno de los mejores directores de teatro que conozco.
Ayer también disfruté muchísimo con la lectura de un gran libro, ‘Memorias de luz y sombra’, del abogado, empresario y académico Gregorio Marañón y Bertrán de Lis (Madrid, 1942), presidente del Teatro Real, la Fundación Ortega-Marañón, la Fundación Teatro de la Abadía y presidente de honor de la Real Fundación de Toledo. Unas memorias que espero que lea mi hija Zoe para que la guíen en su vida.
Tuve el honor de conocer a Gregorio Marañón y Bertrán de Lis en los primeros 80, cuando un servidor estudiaba Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid como alumno del profesor José Juan Toharia Cortés, uno de los mejores sociólogos de la historia de España y amigo del alma de GMBL. El propio autor lo recuerda en la página 150 de estas memorias:
“En 1983, José Juan Toharia, Director del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid, me propuso dar un curso entre octubre de ese año y junio de 1984 sobre “Empresariado y crisis económica”. Como tenía tiempo disponible, lo preparé muy a fondo, tanto mis exposiciones como la selección de las relevantes personalidades del mundo empresarial que invité al curso. Logré que los alumnos tuvieran una participación muy activa: reservaba el final de cada clase para un coloquio sobre lo que había constituido mi exposición, y cuando comparecía un invitado, los alumnos y yo mismo convertíamos la clase en una rueda de preguntas que le formulábamos. Al final el curso, los alumnos me agradecían vivamente lo que habían aprendido y la experiencia que había supuesto su participación en él, y aunque José Juan me transmitió el deseo de la facultad de prolongarlo, preferí declinar el ofrecimiento. Lo cierto es que la experiencia fue muy enriquecedora para mí y es algo de lo mucho que tengo que agradecerle a José Juan.”
Nunca dejará de sorprenderme el impacto decisivo de un buen profesor (en este caso, de dos: el Dr. Toharia y Gregorio Marañón Bertrán de Lis). Mi pasión por la Transformación empresarial, por el humanismo en las organizaciones, deriva de la etapa de mi padre en Barreiros y de lecciones académicas y de vida como ésta.
¿Qué ha aprendido de estas memorias? Tratando de sintetizar, me encuentro con varias enseñanzas imborrables:
- La virtud de la amistad. Gregorio Marañón y Bertrán de Lis demuestra a lo largo de la obra, el valor inigualable que concede a sus amigos. Reconoce, como Aristóteles, que la Amistad, con mayúsculas, es una “areté” como ninguna otra. Y titula uno de los últimos capítulos SOBRE LA AMISTAD, con la magia del recuerdo a los amigos fallecidos durante los dos últimos años: Vicente Verdú, Francisco Carvajal y Urquijo, Félix Moreno de la Cova, José Pedro Pérez-Llorca y Plácido Arango. ¿Hay equipo en la vida más importante que el de la Amistad?
- La formación universitaria. Gregorio Marañón y Bertrán de Lis ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid en septiembre de 1959 y allí estudió cinco años, muy bien aprovechados para su formación jurídica y sus inquietudes políticas y empresariales. “La universidad española tenía entonces 70.000 estudiantes frente a los 1’75 M de hoy. En aquel tiempo, por tanto, ser universitario conllevaba casi automáticamente la incorporación a las élites dirigentes de nuestra sociedad.” Sus compañeros en los primeros 60 serán muchos de los protagonistas de la Transición democrática 15 años después. De la ambición de Luis Gámir como delegado aprendió “por las malas” estar a una distancia prudencial de la política (GMBL cita a Albert Camus: “No estoy hecho para la política porque soy incapaz de desear o aceptar la muerte del adversario”). Aprendió que “la democracia, más allá de un sistema político, es una filosofía de vida” (George Bourdeau). Leyó a Camus entero en francés (quiero que Zoe haga lo mismo, a una edad similar). Editó revistas (Crítica, Aula 13), como hizo un servidor, modestamente, con ‘Estudios de Economía’ en aquellos 80.
- Raíces profundas. En el inicio de la obra, el recuerdo imborrable a su abuelo, Gregorio Marañón (1887-1960), médico, científico, historiador, escritor y pensador, que compuso para su abuela Lola Moya los siguientes versos a los 71 años: “Acaso es el amor/no saber dónde empieza la locura,/beber juntos la copa del dolor,/ hacer de la costumbre una aventura”. Su otro abuelo, Vicente Bertrán de Lis y Gurowski, marqués de Bondad Real, grande de España, detenido y asesinado en agosto de 1936. Su abuela Nini Pidal, hija del Marqués de Pidal, y su hermana Maravillas, que ingresó en la Orden de los Carmelitas y fueuna Santa Teresa de nuestro tiempo: “desde su santidad ocupó todas las honduras de mi conciencia”, escribió el agnóstico Francisco Vega Díaz. Raíces valiosas para la infancia (el tiempo de las mariposas blancas, en el Cigarral de Menores, en Toledo), los colegios (Alemán de San Miguel, Maravillas, Los Rosales, Estudios Generales) y la audacia de creer: “Mi Fe en la resurrección -en Jesucristo- y mi esperanza escatológica, que pesan como un ancla hasta el otro lado de la muerte, se centra en la experiencia de haber empezado y aprender humildemente lo que es el amor al prójimo”, padre José María Díaz-Alegría.
- El gusanillo de la política. Su andadura política se inició con 21 años (1963) y duró hasta la Transición, con la creación de la UCD. Estuvo en la constitución de la Unión de Jóvenes Demócrata-Cristianos, en Cuadernos para el Diálogo con Joaquín Ruiz.Giménez, en la Izquierda Democrática y en el Grupo Tácito. En su casa se firmó la incorporación del Partido Popular Demócrata Cristiano de Fernando Álvarez de Miranda a la UCD (18 de enero de 1977). Ha declinado cinco veces estar en primera línea: Adolfo Suárez, a través de Alfonso Osorio, para ser senador por Toledo (1979); Leopoldo Calvo-Sotelo, a través de Pérez.Llorca, como diputado y para un gobierno de concentración; en 1993, Felipe González y José Bono como nº 1 al Congreso por Toledo; José Luis Rodríguez Zapatero como Ministro de Cultura, a través de Miguel Barroso (27 de marzo de 2009) y Ángel Garrido como Consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid. Gregorio Marañón y Bertrán de Lis ha preferido ejercitar la política desde la sociedad civil.
- Coherencia profesional. Independencia familiar, primera boda (a los 24 años, en Sevilla), prácticas en Nueva York. Carrera en el Banco Urquijo, desde 1967 a 1982, donde llegó a ser Director General y a impulsar el mecenazgo cultural. Juan Lladó, CEO del Banco, es junto a su abuelo, una de las mayores influencias de su vida. “Mi vida es un permanente descubrimiento de caminos inesperados”.
- Manejo de las crisis. En 1983, “cruzando el ecuador”, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis sufrió una triple crisis: profesional (el fin del Banco Urquijo), de salud (un accidente deportivo) y matrimonial. Como le dijo Ramón Carande, la Providencia le ha tratado bien pero le ha traído las crisis juntas. La mencionada docencia, Gescapital (1985-2000), que fue un éxito empresarial propio (se vendió a Banco Espirito Santo por 30 veces el capital inicial), la constitución de la Real Fundación de Toledo para la protección del patrimonio histórico y artístico, la cámara de comercio hispano-israelí, las aventuras de Cambio 16, Fundación de Apoyo a la Cultura y la Fundación Teatro de la Abadía (con José Luis Gómez, “historia de una amistad”), además de la peregrinación al Rocío.
- Segunda etapa profesional. Es la “segunda curva” de la que nos habla Charles Handy, ya con más de 40 años. En 2000, el autor cuelga la toga (había fundado Iberforo con Óscar Alzaga y Manuel Sánchez Terán, donde un servidor le había visitado en alguna ocasión), empleó su talento en Universal Music, Altadis y Logista, Asland Lafarge, Roche Farma, el “mal viaje” de Argentaria al BBVA (en el libro explica el “caso Villarejo” con una transparencia muy de agradecer) y otras, como Viscofán, Spencer Stuart, Vodafone y Aguirre Newman. Su vinculación con PRISA durante 45 años (1972-2017), con un final que merecería haber sido mejor (con el caso Sogecable, uno de los mayores escándalos de la democracia) y la concesión del premio Mariano de Cavia, tan inesperada como merecida, por ‘La desmemoria que no cesa”.
- Pasión por la cultura. “Para mí la cultura, o debería serlo”. Al autobiografiado siempre le han atraído las instituciones culturales, y con su preparación jurídica y empresarial ha aportado mucho: en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde verano de 2003, en el rescate de la Real Fábrica de Tapices, la conmemoración del IV Centenario del Greco (2014), con las Fundaciones Ortega y Gasset (en el patronato desde octubre de 1982) y Gregorio Marañón, fusionadas en 2013, en Patrimonio Nacional, Biblioteca Nacional y Archivo Histórico de la Nobleza, el Centro Internacional de Toledo para la Paz, y por supuesto como presidente del Teatro Real. Critica la politización de la ópera y nos cuenta los avatares de la institución, con el europeísta Gerard Mortier, Joan Matabosch, de Carmen Alborch a Manuela Carmena. “El Teatro Real ha salido fortalecido de la crisis sin recabar ayudas públicas extraordinarias ni contraer deuda alguna” (7 de febrero de 2019, Patronato bajo la presidencia de don Felipe y doña Letizia). “En septiembre de 2011, el Partido Popular (PP), liderado por Mariano Rajoy, alcanzó una mayoría histórica. Le faltó, sin embargo, grandeza y visión de Estado para hacer un pacto con el derrotado Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Alfredo Pérez Rubalcaba, con el fin de poder abordar las reformas que requería la democracia española”. De aquellos polvos vienes estos lodos. Tras dos meses y medio de confinamiento, el 1 de junio Gregorio Marañón convocó la primera reunión presencial del Patronato. Y el 1 de julio abrió al público con La traviata.
- Y al final, el Amor. El capítulo se llama ‘Tiempo de plenitud’. Conocer a Pilar Solís Martínez Campos (GMBL cita al poeta colombiano Darío Jaramillo: “No olvides (…) cuando llegue el amor y te calcine,/ que primero y siempre está tu soledad,/ y luego nada,/ y después, si ha de llegar, está el amor”) un 6 de abril de 2000 y casarse con ella el 2 de julio del mismo año. A Pili, su mujer, el amor de su vida, le dedica el libro. 20 años de absoluta felicidad.
¡Qué vida más plena! Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Comendador de la Orden de la Stella de la República Italiana, Comendador de la Legión de Honor Francesa, Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y de Castilla-La Mancha, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha. De las raíces familiares (con la “sombra bienhechora de su abuelo Gregorio Marañón) a los frutos para la cultura y la sociedad. Mi infinita gratitud por estas páginas tan valiosas y profundas como valientes. Eres un faro para mí desde hace más de 35 años.
Si no has tenido ocasión de escucharla, te recomiendo la entrevista de Teresa Viejo, la observadora y maestra de la curiosidad, a Gregorio Marañón y Bertrán de Lis (21 de mayo de 2016). “l peso de un apellido puede ser una pluma o un yunque (…)”. Una delicia exquisita.
“Cuando tomó el mando del Teatro Real era este un rincón aldeano. Marañón lo convirtió en centro ineludible de la ópera internacional” (Félix de Azúa sobre Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, 10 de noviembre de 2020, Música y Vida).
La biografía de este español ilustre me ha evocado ‘Thinking Out Loud’ (Pensando en alto) de Ed Sheeran:
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