El Dios de la lluvia lloró intensamente ayer sobre Madrid, en una jornada bellamente desapacible. Se acerca la navidad, tiempo de (re)nacimientos, y se respira en el ambiente. Ya sabes, LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR.
Aprovecho el fin de semana, el último de noviembre, para acercarme a la web de Executive Excellence, la publicación mensual que dirige con enorme acierto Federico Fernández.
‘La mayor amenaza para el futuro del empleo no son los robots sino la política, según el MIT‘, de Edd Gent, experto en Ciiencia y Tecnología en el Hub de Singularity.
El Massachussets Institute of Tecnology (MIT) ha demostrado que la tecnología crea tantos empleos como los destruye. Edd se remite al ya famoso estudio de Carl Frey y Michael Osborne (Oxford): el 47% de los puestos de trabajo corren un serio riesgo de ser automatizados y a otro estudio de la prestigiosa universidad británica según la cual en la próxima década los robots reemplazarán en las fábricas a 20 millones de trabajadores. Volviendo al Informe del MIT, señala que “en el siglo XXI veremos el nacimiento de una nueva marea de tecnologías, algunas de las cuales ya están emergiendo, y que sin duda nos van a sorprender a todos. Si estas tecnologías se despliegan en un entorno laboral diseñado el pasado siglo, los resultados que podremos observar nos resultarán familiares: la reducción de oportunidades para la mayoría de la fuerza laboral mientras que una afortunada minoría se beneficia”. Más desigualdad, en definitiva.
El informe del Foro Económico Mundial del 20-X-20 (Amanda Russo, Public Engagement) avanza en la misma línea: se destruirán en los próximos años 85 M de puestos de trabajo y se crearán 97 M de empleos. El del MIT destaca que se han agudizado los miedos por el apocalipsis laboral (más, TCV), que la tecnología ha polarizado la economía y que las mejoras de productividad (un 66% en los últimos 40 años) no se han trasladado a los salarios (en los operarios sólo han subido un 10%). Desde el Tecnológico de Massachussets proponen Formación, Protección e Inversión.
Surgen en mi opinión varias preguntas al respecto:
- ¿Seguiremos confundiendo “trabajo” (tripalium: instrumento de tortura del Imperio Romano, aplicado a los esclavizados) con “empleo” (implicarnos en nuestro talento)?
- ¿Seguimos sin ser conscientes de que la tecnología sustituye al trabajo y potencia el empleo, es un trampolín de talento?
- ¿No nos daremos cuenta de que el salto del trabajo al empleo, la empleabilidad, depende de la creatividad, la intuición y la inteligencia emocional, que no serán robotizables en los próximos 20 años?
- ¿Seguirán muchas empresas hablando de Learnability, de Aprendibilidad, como clave del talento dinámico, de la mentalidad ganadora, sin ser muy consecuentes en la práctica de la importancia del aprendizaje como garantía de supervivencia?
- ¿No seremos conscientes de la escasez de Talento TCV (Tras el CoronaVirus), por exageradas que sean las cifras del desempleo, y de la necesidad de atraer, fidelizar y desarrollar Talento con la tecnología disponible?
- ¿Continuarán la mayoría de las organizaciones tratando de “capear el temporal” ahorran costes -anorexia más que eficiencia-. seleccionando de cualquier manera (somos el país 116º del mundo en selección y desvinculación), pagando poco y mal, sin hacer equipo, lo que les lleva inexorablemente a su destrucción?
- ¿Seguiremos depreciando el Liderazgo, especialmente el Liderazgo Digital, al no emplear test científico que midan y analicen fortalezas y oportunidades? ¿Seguiremos manteniendo capataces asintomáticos?
Cuando sabemos lo que hemos de hacer y no lo hacemos, el problema no es de ignorancia sino de valentía. Un proceso de selección natural.
Te recomiendo en la misma revista virtual las aportaciones de tres buenos amigos:
- Desgranando el management más exitoso de la historia, por Javier Fernández-Aguado, cuyo nuevo libro, : 2000 años liderando equipos, “la investigación a la que más tiempo he dedicado en mi vida tras las dos tesis doctorales” será un gran éxito estas navidades.
- La gestión de personas desde los órganos de gobierno, por Alfonso Jiménez, fundador de PeopleMatters y excompañero de los tiempos de Arthur Andersen. “Hemos vivido revoluciones tecnológicas y ahora es el momento de la revolución en la gestión de las personas”.
- Siete enseñanzas para tiempos de crisis, por Paco Alcaide. Su ‘Aprendiendo de los mejores 3’, recién publicado, lleva camino de repetir el éxito de los dos anteriores (100.000 ejemplares). Yo ya lo he leído y regalado.
Apuntamos algunas enseñanzas de esta crisis del COVID-19 que bien se podrían aplicar a otras épocas de la historia.
1. AHORRO E INGRESOS PASIVOS. Riqueza no es lo que ganas; riqueza es lo que conservas.
2. CREATIVIDAD. Lo importante no es tener respuestas, sino la capacidad de inventarlas.
3. CAMBIO. Si no cambias, es probable que termines allí donde te diriges.
4. REINVENCIÓN. Reinventarse no es cambiar de profesión como quien cambia cromos.
5. ADVERSIDAD. En la vida todos nos movemos por dos fuerzas: inspiración o desesperación.
6. PROBLEMAS. La riqueza se logra resolviendo problemas.
7. ACTITUD. La actitud que tomes con la vida es la que la vida tomará contigo.
Sentido común? Muy probablemente. ¿Práctica común, hábitos “Brain-Friendly” de Liderazgo? Ojalá. De nosotr@s depende.
Gracias Javier, Alfonso, Paco y Federico por indicarnos el camino.
La canción de hoy, ‘Wake me up before you go-go’ de Wham. Es hora de despertar.
I don’t want to miss it when you hit that high
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