Beethoven, el más humanista de los compositores

Domingo luminoso de descanso matinal, comida familiar y, por la tarde (de 6 a 8) a escuchar y cantar con Mr. Black en ANICA Waksman. Comentamos en ‘Liderazgo Brain-Friendly’ cómo impacta la música en nuestro cerebro. “Los científicos han descubierto que la música estimula más partes del cerebro que ninguna otra función humana” (Elena Mannes, El poder de la música). La música es un reflejo de nuestra alma. Reduce el dolor porque activa opioides, reduce el estrés porque excita el cuerpo, mejora la memoria porque es emoción y nos cura porque con ella segregamos dopamina. Elige tu “botiquín musical” y la “banda sonora” de tu vida.

En La Liga, tablas entre Unai Emery (Mentalidad Ganadora) y Zinedine Zidane (Liderazgo Zidane) en el Estadio de la Cerámica de Villareal. Son los dos entrenadores con mejor palmarés (10 y 11 títulos, respectivamente) del campeonato. El Atleti de Simeone deja a 9 puntos al Barça de Koeman. Las cosas se van aclarando.

Ayer fui a ver la película De Gaulle en el Palafox. Magnífica. Un retrato profundamente humano del general que cambió la historia de Francia y de toda Europa para siempre. ¿Qué habría pasado si, con la rendición de Petain, la armada gala se hubiera unido al ejército alemán? Posiblemente, que la ayuda de EE UU llegado demasiado tarde.

Me sumo al “año Beethoven”, la conmemoración de su 250º aniversario, con las páginas de EL CULTURAL del 13 al 19 de noviembre.

¿Fue Beethoven un líder? Ya sabes que entiendo el Liderazgo como el Talento para influir decisivamente en los demás, desde la credibilidad, la autoridad moral y el ejemplo. Parto del Allegretto de su Séptima Sinfonía (que siempre asocio al Discurso del Rey).

El talento de Ludwig Van Beethoven es indiscutible. Daniel Barenboim, en Estructura y emoción, nos recuerda que tocar a Beethoven exige no sólo una gran capacidad técnica (aptitud) sino una gran madurez de pensamiento, la actitud de adecuada.

Sus sinfonías como principio de esperanza, por Ramón Andrés, autor de ‘Filosofía y consuelo de la música’. Con la complejidad de la gran orquesta trabajó el tema del destino, desde la marcha fúnebre de la Tercera Sinfonía

al propio destino golpeando a la puerta en el inicio de la Quinta (primer movimiento, Allegro con Brio) o en el “Himno a la Alegría” (a la Libertad) de la Novena. El camino de una vida entera.

En su legado camerístico, que es impresionante, volcó lo más honesto, experimental y revolucionario de su lenguaje musical, explica Cibrán Sierra Vázquez, catedrático de la Universidad Mozarteum de Salzburgo. Porque era visto con admiración como pianista y con recelo como compositor.

Fidelio fue su única incursión en la ópera. Un tratado sobre la dignidad humana y su sojuzgamiento bajo un poder injusto (¿puede ser más actual?).

Su biógrafo Jan Swafford, autor de un estudio de 1.500 páginas sobre su vida, considera que “Beethoven es el humanista supremo de los compositores”, que escribía para la eternidad y que estaría muy feliz si supiera su fama actual. “La sordera le hizo bucear en su mente y el resultado son los revolucionarios cuartetos de cuerda“.

¿Cuál es su legado? Seis compositores escriben en El Cultural sobre ello. Jesús Rueda ha aprendido de Ludwig a “vivir en la música” y no dedicarse a ella los fines de semana. A Raquel García-Tomás Beethoven le enseñó a tocar el piano, porque es un “creador con superpoderes“. A Fabián Pasinello, “el pensamiento vertical”. A Tomás Marco, desde el manejo emocional de la forma abstracta hasta el tema no melódico o su singular empleo de las densidades. Para Teresa Catalán, que es un modelo de libertad. Y para José María Sánchez-Verdú, el espíritu crítico estético e histórico.

Beethoven se adelantó un siglo (o dos) como precursor de la modernidad, desde la efusión emocional a la introspección más íntima, explica Álvaro Guibert. Así lo vio, otro genio, Salvador Dalí:

La historiadora y crítica musical Victoria Stapells repasa su relación con el universo femenino en el artículo Calabazas y amores inmortales: Guiletta Guicciardi, a la que dedicó el Claro de Luna (1800)

Therese Malfatti (1792-1851), hija de una de sus médicos, para quien pudo ser Für Elise, aquí interpretada por Lang Lang

Anne Marie Erdody, condesa húngara y pianista de gran talento a quien Ludwig llamaba “su confesora”. Josephine Von Bruswick, a la que llamó “su única amada” y dedicó A la esperanza. En una epístola ardiente de 2012, Beethoven escribió: “Haré posible que podamos vivir juntos”. Es la carta “a la amada inmortal”. Por su parte, Antonie Brentano (1790-1869) fue una mujer de rasgos bellos y fuerte personalidad, que adoraba a su padre (un diplomático austriaco), obligada a casarse con un mercader 15 años mayor que ella y que escribió de Ludwig Van Beethoven: “camina como un dios entre mortales; su excelsa actitud contrasta con la realidad mundana…”. Beethoven la escribió: “Dejadme beber de vuestra mejilla la lágrima caída de vuestros plácidos ojos…” Probablemente ella fue el amor de su vida.

Javier Yuste recuerda en El Cultural la relación de Beethoven con el cine:  Buñuel (La edad de oro, 1930), Lubitsch (Remordimiento, 1932), Hitchcock (Sabotaje, 1942), Polanski (La semilla del diablo, 1968), Truffaut (La novia vestía de negro, 1968), Scorsese (La edad de la inocencia, 1993) o Spielberg (Lincoln, 2012). Ludwig está en La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971), en El club de los poetas muertos, en La jungla de cristal, en Django desencadenado (2012), en Fantasía (1940). Yo me quedo con Copying Beethoven (2012).

¿Queremos más Beethoven?, se pregunta Miguel Ángel Martín. Claro que sí. Está omnipresente en los atriles, porque significa Libertad y Fraternidad, Pasión y Amor. “¿Podemos renunciar a una misión tan extraordinaria?”.

Pensar que Beethoven es uno de los grandes genios de la humanidad podría alejarnos de él. Pensar que es un líder, sumamente imaginativo e intuitivo, inspirador como pocos e integrador de la humanidad, nos acerca al mito.

Además de volver a ver ‘Amor inmortal’ (1994) con Gary Oldman, voy a leer la biografía de Beethoven por Ramón Gener, ‘Un músico sobre un mar de nubes’. “¿Por qué Beethoven es el héroe de mi vida?”, nos explica en este vídeo de Aprendemos juntos. “Habrá mil príncipes, pero Beethoven sólo hay uno”. El sordo que tenía un teléfono para hablar con Dios.

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