Decisivos y compasivos. A lo largo del día de hoy he tenido ocasión de comprobar en tres CEOs de distintos sectores, por llamada, wasap y vídeoconferencia, cómo se hacen bien las cosas. Esta crisis sanitaria y ya económica (el FMI anticipa una caída del 3’5% del PIB para la Unión Europea, según ha declarado su director, Poul Thomsen) requiere lo mejor del Liderazgo.
En Forbes, el coach ejecutivo Nihar Chhaya (con clientes como American Airlines, Coca-Cola, GE, Dell o Cigna, ex Head of Talent de una Fortune 200) publicó la semana pasada Estos son los cinco retos del Liderazgo durante la pandemia del coronavirus: https://www.forbes.com/sites/niharchhaya/2020/03/23/here-are-the-top-five-leadership-challenges-during-the-coronavirus-pandemic/#2e9912b65984
En realidad, se trata de dilemas de equilibrio aristotélico (en el término medio está la virtud):
- Liderazgo inspirador y confortable que empuja a la exigencia. No estamos en el “business as usual”, qué duda cabe, pero tampoco las empresas pueden dejar de dar resultados, porque precisamente el empleo depende de ello. La clave puede estar en el ampersand (&) “definir la realidad”, sin pelos en la lengua, y “proveer de esperanza”. Nunca está de más recordar a Dante: cuando se pierde la esperanza es cuando estás en el infierno. Más conexión que corrección. Cuando en la exigencia nos sentimos protagonistas y no víctimas, las cosas salen mejor.
- Cómo responder a las preguntas de los colaboradores cuando las respuestas no están claras. Los directivos son humanos; aunque la incertidumbre no le gusta a nadie, su gente acepta la vulnerabilidad. No pasa nada con admitir que se trata de tiempos especialmente duros, que no están previstos en los manuales. La comunicación ha de ser honesta, consistente y adaptativa, con principios claros e innegociables (ligados al propósito y a los valores, que ahora se ponen en juego) y acciones en función de las circunstancias. En crisis como ésta (no hay precedentes), la Reputación sale fortalecida o dañada para siempre. Lo repetiré una vez más: las dos claves en este caso son el “engagement” (la implicación, el compromiso, el enganche) del talento, que parte de la confianza. Son intangibles de vida o muerte, como el oxígeno para respirar o el maldito coronavirus. Los errores se corrigen; la falta de atrevimiento, no.
- Cómo mantener la visibilidad y la influencia con limitadas posibilidades de interacción. Sí, las reuniones son remotas, en el espacio y en el tiempo, pero cuidado con aislarnos más de lo debido. Establecer un hábito de aparición 1-2 veces por semana con tu gente es muy saludable. No más de 45 minutos, con la persona encargada de la parte técnica (en tiempos de ERTEs, el responsable jurídico, por ejemplo), mostrando naturalidad y la emotividad justa. Con la integridad que señalan la honestidad y la vulnerabilidad. Sin paternalismos. Es una oportunidad para reforzar una identidad resiliente.
- Mantener la Marca Profesional sin parecer vanidos@. Son las Marcas (comerciales) las que compiten en los mercados, reforzadas por las Marcas de sus CEOs. Los rostros, antes que los logos (Cristina Mulero, MarcaCEO). Es tiempo de “embajadores de la Marca” y de un/a canciller que, con toda humildad, asuma el protagonismo necesario. Porque no se trata del “yo, yo, yo” sino del “nosotras y nosotros”, del sano orgullo de pertenencia, del honor de representar a una empresa, a una institución, a una gran comunidad humana. De dar la cara con sana ambición.
- Cómo mantener al equipo motivado trabajando en remoto. Sí, son tiempos de “malabarismo”, como madres/padres, pseudoprofesores, cociner@s y también emplead@s. ¿De dónde enchufar la energía como líderes? De las 3 E del Engagement (Silvia Damiano). De disfrutar (enjoy): un poco de humor y mucho de humanidad ayudan para sobrellevar la carga. Conexión emocional, incluyendo el recuerdo a las personas que han fallecido por la pandemia. Y empowerment, empoderamiento, más que nunca. No hay confianza sin información; no hay compromiso sin responsabilidad. L@s líderes deben apelar a la autonomía de sus colaboradores siguiendo sus directrices.
Precisamente hoy Nihar publicaba en Forbes ‘El secreto para el engagement del equipo en la era de la distancia y de la distracción‘: https://www.forbes.com/sites/niharchhaya/2020/04/01/the-secret-to-engaging-your-team-in-an-era-of-distance-and-distraction/#6116001a6064
El coach se refería a otro colega, Michael Bungay Stanier, y su concepto de “el arte de permanecer curioso”. Autor de ‘The Coaching Habit’, acaba de publicar ‘The Advice Trap’ (La Trampa del Consejo). La clave para los líderes es pivotar del consejo (lo sabemos todo) a la curiosidad, porque “el cerebro siempre busca la salida”. Bungay ha creado el cociente TERA, de Tribu: ¿estás conmigo o no?, Expectativas: enséñame el futuro, Rango: elévame, hazme crecer y A: Autonomía, déjame elegir a mi nivel. En otras palabras, fomenta la Curiosidad desde el orgullo de pertenencia, la visión de futuro, el potencial y la delegación. Cuatro bloques para el engagement.
Ya sabes que la maestra de la Curiosidad es Teresa Viejo. Te dejo su TED ‘La Curiosidad rejuvenece’. Frente al miedo, la curiosidad. Al miedo no hay que temerlo, hay que observarlo.
La canción de hoy, ‘Euphoria’ de Loreen (Suecia), final del Festival de Eurovisión 2012
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