He dedicado esta mañana a ver el debate de investidura. Más allá de la ideología, resulta apasionante desde el punto de vista. El nuestro es uno de los países más antiguos del mundo, muy sabio, uno de los escasos imperios de la Historia, y lo va a demostrar una vez más.
Tenía pendiente comentar el número especial de The Economist sobre ‘El Mundo en 2020’. Daniel Franklin, su editor, resume los retos de este nuevo año, en el que por primera vez desde hace 60 coincide la década con el zodiaco chino de 12 años:
- Es el tiempo del juicio. Según la IA (Inteligencia Artificial), Trump perderá (lamentablemente, lo dudo mucho) y el Brexit dejará GB “divided, damaged and diminished” (dividida, dañada y disminuida).
- Las economías lucharán con la negatividad. Bancos que lidiarán con tipos de interés negativo. EE UU coqueteará con la recesión.
- China vivirá la postividad, con “prosperidad moderada”.
- Los deportes vivirán un “año Jumbo”, con Juegos Olímpicos de Tokio y Euro 2020.
- Proliferan las preocupaciones sobre lo nuclear.
- Es tiempo de Sostenibilidad. En la COP de Chile (Madrid), no; pero este año en Glasgow sí habrá avances.
- El Golfo da la bienvenida al mundo, con la Expo de Dubai.
- Misiones múltiples hacia Marte de Estados Unidos, de Europa y de China.
- La tecnología tendrá subidas y bajadas.
- Aniversarios que resuenan, como el de Beethoven (250 años), Rafael (500 años de su muerte), el Mayflower (400 años), Florence Nithingale (200 años). las Naciones Unidas (75 años) y el final de los Beatles (50 años).
- Un torrente de entretenimiento, con la nueva peli de James Bond y el nuevo museo en El Cairo.
- Es la década de los “yolds” (young olds), los “baby.boomers” que cumplen los 65 años.
Un bloque sobre líderes, con la política febril en una economía que se enfría, la angloesfera contra la sinosfera, el control de armas, la realpolitik y los yolds. El año por delante, con los hitos del 2020 y un paralelismo con las pruebas deportivas que veremos en Tokio. En Europa, un nuevo boom con grandes ambiciones en Bruselas, Francia con líos, con Italia sin Renacimiento (medio milenio después de Rafael), con Alemania sin adaptarse, con mucho trabajo para Christine Lagarde en el BCE, con temores en Turquía, el plan de Putin… y el bloqueo en España.
Atención especial a Gran Bretaña y Estados Unidos (una campana en facciones). A Iberoamérica y Canadá, con un artículo de Juan Guaidó sobre los caminos para transformar Venezuela (ojalá sea el año del cambio deseado en nuestro país hermano).
Juegos y mujeres en Japón, elecciones en Taiwan, esperanza en Modri, Australia con problemas, sigue la guerra en Afganistán, Jacinta Adern (primera ministra de Nueva Zelanda) escribe sobre el contra-extremismo.
China; prosperidad moderada. Hing Kong vota. Peligro en el Mar de China, Shanghai susitituyendo a Wall Street como capital financiera.
Oriente Medio: Irán, la Expo de Dubai, la guerra en Siria y los cambios en Israel. De África, las dinastías políticas llegan a su fin.
The Economist se atreve a revisar sus predicciones en 2019: Brexit, Trump, China…
Y finalmente apartados sobre Business, Finanzas, Ciencia y Tecnología. Me ha parecido especialmente interesante el artículo sobre la Cultura Corporativa de Phillip Coggan, periodista de The Economist. “Cuando oigo la palabra “cultura”, agarro ek revólver” (Hermann Göring, jerarca nazi). Desde ‘En busca de la excelencia’ (Peters y Waterman) en los 80 hasta el libro de Ben Horowitz ‘Cómo crear tu cultura empresarial’ y Amy Edmonson ‘La organización sin miedo’ (“Seguridad psicológica”).
Mi gratitud a Daniel y su equipo de The Economist por esta publicación tan apreciada.
Esta mañana, Tomás Chamorro-Premúzic compartía un artículo de The Economist de antes de ayer (en portada ‘Slowbalización’). Se trata de ‘Un manifiesto de directivos para el 2020‘. Desde dar reconocimiento a los colaboradores a reducir las reuniones (que se parezcan más a un episodio de una sitcom que a una película de Scorsese).
La canción de hoy, el clásico de Ella Fizgerald ‘Bewitched, bithered and bewildered’ en la versión de Silje Nergaard
Embrujada, molesta y confundida. Así es como estoy.