Viernes 13. Como he comentado en otras ocasiones, los 13 me dan suerte, y creo que si además cae en viernes, inicio del finde, mejor.
Cuando media España sufre la “gota fría”, parece conveniente iniciar la entrada con ‘Esta tarde vi llover’ de Armando Manzanero en la preciosa versión de Sole Giménez (Presuntos Implicados)
“Esta tarde vi llover y no estabas tú”.
He estado leyendo una investigación publicada ayer en Harvard Business Review (12 de septiembre): ‘Cuando hay mujeres en los Comités de Dirección, los CEOs están menos sobrados de confianza’, de Jie Cheng (Leeds University Business School), Woon Sau Leung (University of Edinburgh Business School), Wei Song (Southampton Business School) y Marc Goergen (IE Business School).
https://hbr.org/2019/09/research-when-women-are-on-boards-male-ceos-are-less-overconfident
Hasta ahora se ha demostrado que la diversidad de género en los Comité de Dirección favorece el éxito de las fusiones e integraciones (Maurice Levi, Kai Li, University of British Columbia, y Feng Zhang, Utah, 2013) y en la asunción de riesgos (Jiekun Huang, Universidad Nacional de Singapur, y Darren Kisgen, Boston College). Sin embargo, es menos conocido el impacto de contar con directivas en la soberbia de los CEOs.
Hemos de distinguir la confianza (trust, en inglés), la seguridad en uno mismo (confidence) y el exceso de confianza (overconfidence). Thomas Chamorro-Premuzic insiste en que hay muchos directivos incompetentes porque su promoción se basa más en la opinión que tienen de sí mismos que en medidas objetivas.
Pero volvamos al estudio de HBR. La soberbia (overconfidence) de algunos CEOs les lleva a sobreestimar las ganancias futuras y minimizar los riesgos. La labor de un Comité de Dirección precisamente está en atemperarle, en equilibrar sus excesos en un debate abierto y sano de ideas. Está comprobado que la equidad de género en los equipos directivos mejora considerablemente los diálogos de impacto (Ferdinand Gul, Malasia; Bin Shrindi y Anthony Ng, Hong Kong, 2011). ¿Por qué? Porque en general las mujeres directivas son más inconformistas e independientes (Renée B. Adams, Brisbane, Australia; Daniel Ferreira, London School of Economics). El pensamiento crítico, en tiempos híperVUCA, vale su peso en oro.
Los autores del mencionado artículo de HBR analizaron 1.629 compañías que cotizan en bolsa desde 1998 a 2013. Las mujeres directivas apenas son el 10’4% y las CEOs, el 2’9%. Sí, las Consejeras Delegadas pecan menos de soberbia, de exceso de confianza (investigación de Jiekun Huang y Darren Kisgen). Pero además, la representación femenina en los Comités de Dirección es un predictor muy certero de la moderación y la prudencia de los CEOs en sus decisiones, especialmente en la crisis de 2008. Con la equidad de género, la agresividad estratégica no excesiva.
Cheng, Leung, Song y Goergen concluyen con dos implicaciones esenciales: la diversidad de género no es un “nice to have”, sino un imperativo para la creación de valor para el accionista, y la segundo es que las directivas son aún más esenciales en las crisis, como la de 2008 (o la actual, que una vez más no queremos aceptar).
En los ELT (nuestros Comités de Dirección) siempre me hago una foto con mis compañeras de equipo directivo. Son oro puro. Pobres de los Comités de Dirección que en el 2020 no sean, al menos del 20% de mujeres (si no el 30% o el 50%). Inclusión consciente. Gracias, profesores Cheng, Leung, Song y Goergen por aportarnos esta investigación y a Adi Ignatius (editor de HBR) por mantenernos a la última.
¿Y qué me dices de esta versión en castellano de ‘She’, también por Presuntos Implicados? Todos recordamos la banda sonora de Notting Hill
“Espejo frente al que soñar,/ reflejas en mi corazón/ todas las caras del amor”