2 de mayo, Día de la Libertad. La que reivindicaron los madrileños (y todos los españoles) en 1808, la que nos guía desde la Constitución de 1978. Algún día se escribirá la historia de España como un péndulo (enantiodromia, en griego) entre la libertad y la igualdad. En los últimos 41 años, la libertad (y la prosperidad económica) condujeron a la bonanza, pero también a una creciente desigualdad. La lucha por la igualdad (y por las políticas sociales progresistas) condujeron a la crisis económica: despilfarro, desempleo, recesión. Y vuelta a empezar…
En la web de Psychology Today, que tan feliz me hace leer, encuentro una serie de artículos sobre “tu momento WOW” (no confundir esta onomatopeya de origen escocés en el ladrido).
El Dr. Neel Burton, psiquiatra y filósofo de la Universidad de Oxford, nos enseña cómo encontrar la inspiración. Recuerda a un profesor suyo de francés que hizo a sus alumnos leer en voz alta un texto de Marguerite Duras.. y le inspiró. La inspiración (vocablo griego que significa “dotado por los dioses) es un regalo de las musas, las nueve hijas de Zeus y Mnemosyne (la memoria), de Apolo, Dionisio o Afrodita. Homero invoca a las musas en el primer poema de ‘La Iliada’. En la tradición cristiana, la inspiración proviene del Espíritu Santo. Aunque se suele confundir con la motivación y la introspección (“insight”), hay diferencias. Es tanto generar una idea como realizarla; suele estar asociada al entusiasmo, al optimismo, a la autoestima. Platón escribió tanto en Ion como Fedro sobre la inspiración.
Siete estrategias para hallar la inspiración:
- Levántate cuando lo diga tu cuerpo (no nos podemos sentir cansados e inspirados a la vez).
- Completa tus sueños: obras maestras como ‘La persistencia de la memoria’ de Dalí, varias de las historias de Alan Poe o el ‘Let it be’ de Paul Mc Cartney las crearon en sueños.
- Elimina las distracciones, especialmente las tediosas.
- No trates de forzar o apresurar las cosas.
- Mantén la curiosidad (John Locke aseguraba que la inspiración aumenta si asociamos ideas).
- Rompe la rutina: pasea, viaja, sal de la zona de confort.
- Empieza de una vez: se trata de actuar.
El Dr. Peter Gray (Boston College) nos recomienda que la mente vagabundee. Las personas con ADHD suelen tomar mejores decisiones. También le ocurre a las personas a las que se les ha extirpado partes de la zona prefrontal. Lo mismo le ocurre a las personas que se toman un descanso o a las que se les estimula eléctricamente algunas partes del neocórtex. Todas son pruebas del “efecto incubación”. Una reciente investigación de Shelly Gable, Elizabeth Hopper y Jonathan Schooler, de la Universidad de California en Santa Bárbara (2019), revela que el 20% de nuestras mejores ideas surgen cuando no estamos pensando en ellas.
¿De dónde viene el “Eureka”? Según Carola Salvi, neurocientífica del Creative Brain Lab (Northwestern University), no precisamente de estar en situaciones de riesgo (que nos hacen ser más analíticos). Con su colega Eward Boyden ha publicado un “paper” en el que se demuestra que el proceso analítico lleva a prueba y error, en tanto que el “Eureka” es súbito, un disparo imprevisto de la consciencia. El alma mater del coach y atleta Christopher Bergland es Hampshire College, cuyo lema es “Non Satis Scire”, “Saber no es Suficiente”. Su modelo educativo es inconoclasta y enseña a generar momentos “Eureka”. Cuando hay presión o ansiedad, se encuentran soluciones analíticas (más previsibles) y no se produce el “¡Aha!”. Los coaches sabemos que esa inspiración, el descubrimiento, suele surgir de la reflexión (pero no sabemos cuándo ocurrirá).
Bruce Grierson, en un artículo de 2015 en esta publicación, recordaba que William James, uno de los padres de la psicología, trató la inspiración como un proceso de “Ego dividido” (divided Self): por una vía e, instantáneamente, el fogonazo. William Miller (Universidad de Nuevo México), en su libro ‘Cambio Cuántico’, documentó decenas de casos en la misma línea. En 2004, el neurocientífico cognitivo Mark Beeman constató en su laboratorio de la Northwestern University que 1’5′ segundos antes del “Ahá” había mayor actividad en la parte trasera del cerebro. Dos décadas antes, Collin Martindale (Universidad de Maine) había encontrado algo parecido: un cerebro ocioso hasta que estalla en actividad. Impresionante.
En definitiva, pensar demasiado sobre un problema puede impedir resolverlo. Es mejor dejarlo estar… y la solución aparecerá. Es lo que nos enseñó Louis Pasteur: “La fortuna ayuda a la mente preparada”.
Leyendo a Neel Burton, Peter Gray, Christopher Bergland, Carola Salvi y Bruce Grierson (cuyos artículos en PT les agradezco mucho), he estando pensando en Arquímedes de Siracusa, el gran científico e ingeniero pionero (creador del Tálanton, Talento) y su principio tras el “Eureka”. Podemos -debemos- entrenarnos a ser más intuitivos, si captamos información, incubamos y esperamos pacientemente a que surja la solución. WOW.
La canción de hoy, ‘I know where I’ve been’ de Queen Latifah
I know it, I know it, I know where I’m going
Lord knows I know where I’ve been
Oh, when we win, I’ll give thanks to my God
‘Cause I know where I’ve been
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