8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Me siento muy orgulloso de pertenecer a un grupo empresarial (multinacional en 82 países) cuyo Comité de Dirección está formado en un 42% por Liderazgo Femenino y en el que el 50% de l@s líderes emergentes son mujeres. Un camino de inclusión consciente a la equidad de género (no necesariamente al 50/50, porque el Talento no conoce de género) en siete pasos. Si no conoces el documento ‘Los 7 pasos hacia la inclusión consciente’, lo tienes aquí:
http://www.manpowergroup.es/informe-manpowergroup-7-pasos-para-lograr-la-inclusion-consciente
He estado leyendo ‘Rousseau no usa bitcoins. Una revolución pacífica hacia una sociedad con sentido’ de Alfredo Sanfeliz. Fundador en 2014 de The Wise Company, ha sido SG de una importante multinacional española. Es autor de los libros ‘Quién manda aquí’ y ‘Reptolandia’ (comentado en este Blog). Además es miembro activo del Instituto de Consejeros y Administradores y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria.
Con prólogos de Fernando Torrente García de la Mata (presidente de la Fundación Lo Que de Verdad Importa) y de Antonio Espinosa de los Monteros (CEO de Auara), el texto se divide en cinco bloques:
- Nuestra sociedad hoy (la era de la confusión). Es la mejor sociedad de nuestra historia, en términos de riqueza y bienestar, pero una sociedad sin rumbo (de progreso excluyente, con empresas creadoras de necesidades artificiales, esclavos de la tecnología, sin códigos de referencia y con individuos perdidos pero muy críticos). Una sociedad nublda por el dinero, ciega a la importancia de la experiencia, con exceso de información superficial y en la que todo vale (lo que triunfa es ser “anti”).
- La solución es la metamorfosis hacia una sociedad con sentido. La hoja de ruta para Alfredo Sanfeliz pasa por la “conservolución” en la que es imprescindible la formación en humanismo y antropología, un “nuevo dinero” (nuevos índices de medición y reconocimiento, el paso del crecimiento al “movimiento amable”, la limitación del trilerismo financiero, la compasión exigente y dar y recibir amor como el mejor premio. El autor repasa el papel de los medios (el “cuarto poder”, con el debate sobre la postverdad y lo políticamente correcto), la responsabilidad y el activismo de la “gente común”, el regreso al sentido común, al propósito y el espíritu de la sociedad.
- Soñar está bien, pero ¿por dónde empezamos? Alfredo Sanfeliz comparte sus reflexiones personales en un decálogo:
- 1. Asegúrate de tener cubiertas tus necesidades (“El miedo a nuestra supervivencia física y social nos sacará de nuestra mejor versión y nos puede hacer agresivos, defensivos, huidizos, arrogantes…”).
- 2. Modera y gestiona bien tu nivel de necesidades “Son algo subjetivo, sentido o percibido”).
- 3. Para poder realizar el trabajo anterior deberás conocerte a ti mismo.
- 4. Acéptate y quiérete.
- 5. Dedícate a querer y ayudar a los demás.
- 6. Comprende a los demás, acéptalos.
- 7. Diseña tu camino y discurre por él todo lo que puedas con tus valores.
- 8. Da gracias a Dios, o a quien tú quieras, todos los días.
- 9. Trabaja tu espiritualidad para tu propio gozo. “La espiritualidad es un lugar de encuentro con la trascendencia”.
- 10. Revisa de vez en cuando tus metas.
- Alfred Sanfeliz dedica un cuarto bloque a las resistencias (personales, sistémicas) y sus antídotos. Siete resistencias de índole personal y nueve en el plano sistémico.
Es muy de agradecer que en esta sociedad consumista y falta de consciencia, un pensador valiente se atreva a contar las cosas que piensa. Que muestre los males y también las soluciones. Que se centre en el propósito (el “para qué”), el qué y el cómo. Que nos mueva al pensamiento, a la emoción y a la acción. Gracias, Diego Orbea, por el regalo de este libro. Y a Alfredo Sanfeliz por su calidad humana y por su sano atrevimiento.
También tengo que agradecer a Diego (y a Montse Moliner) que me recomendaran ‘Green Book’, galardonada con el Óscar a la mejor película 2019. La historia de un currante italo-americano, Tony el Labios (Viggo Mortensen) que se convierte en conductor (y en cierto modo guardaespaldas) de un pianista de color. el Dr. Donald Shirley (Mahershala Ali) durante una gira de conciertos en el sur de los EE UU en 1962 (Administración Kennedy). El discurso moderno (los ricos quieren sentirse cultos) contrasta con los hábitos racistas. Una amistad interracional que se mantuvo durante medio siglo, pues ambos murieron en 2013 con tres meses de diferencia.
El Dr. Shirley, nacido en Pensacola, Florida, de padres jamaicanos, empezó a tocar el piano a los 2 años y profesionalmente a los 18 con los Boston Pops. No pudo labrarse una carrera como pianista clásico (era un prodigio, fabuloso) por ser negro. Respecto a las bandas de jazz, “no te imaginas a Arthur Rubinstein con un vaso de whisky sobre el piano y fumando” (declaraciones a The New York Times en 1982). Tony Lip era racista antes de aquel viaje, pero al ver cómo se trataba a los negros en el Sur, cambió de parecer y se hicieron amigos. El mote de Tony (Anthony Vallelong, en realidad) provenía de que no paraba de hablar, hiciera lo que hiciera. Su hijo, Nick Vallelonga, es coguionista y ha sido actor en 50 títulos (entre ellos, ‘El padrino’ o ‘Los Soprano’).
El título de la película, ‘Green Book’, alude a “The Negro Motorist Green Book”, una guía de carreteras para afromericanos que indicaba en qué hoteles y restaurantes les estaba permitido alojarse y comer, así como las ciudades con “toque de queda” para ellos. Se publicó anualmente de 1933 a 1963 y vendía unos 15.000 ejemplares. El Dr. Shriley se hacía llamar así por sus doctorados honoris causa, e hizo la gira de otoño del 62 (programada por Columbia) en teatros sólo para blancos. Tony había sido jugador de béisbol en las ligas menores y se alistó en el ejército tras la II GM (estivo en Alemania). Las anécdotas de la película (los 26 hot-dogs, la prisión, el piano Steinway por contrato, las cartas de amor, la amistad entre ellos) son ciertas, si bien el viaje duró un año y medio.
Gran película. No te la pierdas. La realidad supera a la ficción.
De la banda sonora de ‘Green Book’, te dejo con el ‘Backwood Blues’ de la Orange Bird Blues Band:
Y por el Día de la Mujer, el maravilloso ‘Woman’ de John Lennon
“So let me tell you again and again and again”
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