Esta mañana he tenido el honor y el placer de participar en Sevilla en la jornada ‘Las personas en el centro’, organizada por APD. APD Zona Sur cumple 10 años (los que han pasado desde la caída de Lehman Brothers), la que se ha llamado ‘La década perdida”. Gracias a instituciones como APD, consagrada a la mejora de nuestra Calidad Directiva, no lo ha sido tanto en Andalucía. Mi agradecimiento a Felipe y todo su equipo.
En mi intervención de 45′, previa a la mesa redonda, he tratado de poner un marco a la situación. Si algo debiéramos haber aprendido de esta crisis, es a diferenciar “personas” de Talento. La “guerra por el Talento” se enunció en 1997, pero la euforia, la “exuberancia irracional”, impidió que viéramos la diferencia, a pesar de que conceptos como Marca personal (Tom Peters), Cuadro de Mando Integral (Norton & Kaplan) e Inteligencia Emocional (Daniel Goleman), los tres de la segunda mitad de los 90, iban en ese sentido. La cuádruple burbuja inmobiliaria, crediticia, de consumo y de empleo impidió ver la situación. La crisis se ha resuelto desandando el camino hacia la recuperación: menores salarios relativos, menor consumo, menor inversión privada… y mayor deuda pública. Ahora estamos en desaceleración: menor crecimiento de las exportaciones (del 10% en 2017 al 2’3% en el primer semestre de 2018 y bajando), caída del turismo y empleo, con el último viernes de agosto en el que se perdieron en España nada menos que 200.000 empleos.
Me gusta citar a D. José Ortega y Gasset y su famoso “lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”. Como el cine es el método del caso del siglo XXI, creo que lo que nos pasa puede explicarse mejor con tres películas del último semestre:
- The Post (Los archivos del Pentágono), dirigida por Steven Spielberg, con Meryl Streep y Tom Hanks. Con un presupuesto de 50 M $, ha recaudado 174’5 M $ (la mitad en EE UU). La historia de la publicación de papeles comprometedores de la Guerra del Vietnam durante la administración Nixon (el paralelismo con la actual de Trump es evidente). Como sabes, The Washington Post lo compró Jeff Bezos (Amazon) en verano de 2013 por 250 M $, la mitad de lo que facturaba, después de pérdidas acumulada. La cantidad por la que pagó Bezos es el 1% de su fortuna.
- ‘Ready Player One’, también dirigida por Steven Spielberg. Basada en un best-seller juvenil, presenta el mundo en 2045, dominado por la realidad virtual. “Lo único real es la realidad”, se dice en la película. Costó 175 M $ y recaudó unos 585 M $ (menos de un tercio en EE UU).
- ‘Jurassic World. El mundo perdido’, dirigida por Jota Bayona y producida por Steven Spielberg. Los innoraptores son los dinosaurios ágiles y rápidos, diseñados como tales. Presupuesto de 170 M $, reacudación de más de 1.300 M $ (menos de un tercio en EE UU).
Denominador común: el Talento. El Talento para convertir un diario local en un gran imperio mediático, una compañía de software en una forma de vida, para diseñar un dinosaurio depredador. Estamos en un mundo híperVUCA, que no es complicado (es fácil de entender) pero sí muy complejo (con muchas variables). Un mundo en el que las jerarquías matan la organización. Un mundo con una tormenta perfecta del empleo: escasez de talento (un 47% en el mundo, un 23% en España, de IET: índice de escasez de talento), desempleo (un 35% juvenil) y salida del talento (centenares de miles de jóvenes brillantes, de nuestro país).
He definido el Talento como inteligencia brillante que elige bien las metas, maneja la información, gestiona las emociones y practica las virtudes de la acción, siguiendo al maestro Marina (creo que su pacto educativo lo logrará la sociedad, no los partidos políticos). El Talento tiene, en un 90%, “el poder de la vara”. Y como dice el personaje de José Mota: “Sus voy a crujir vivos”. En Japón, un país con problemas demográficos como el nuestro, las compañías desaparecen mayoritariamente por falta de talento, no de financiación o de demanda.
Talento que se convierte en un icono (he puesto de ejemplo el paralelismo entre Cristiano Ronaldo, expulsado ayer en Mestalla, y james Bond, con nuestro último libro, ‘Licencia para ganar’). Talento que ha de funcionar colectivamente, como se ha visto en el Mundial de fútbol de este verano. Talento que parte del conocimiento, y éste se multiplicará por 6 en los próximos tres años.
Digital es lo que ha provocado la diferencia entre BMW y Uber, Marriott y Airbnb, Disney y Facebook, Kodak e Instagram. Digital es lo que son la mitad de las marcas más valiosas del mundo, con poco personal y mucho talento. Porque la tecnología es el trampolín del talento y el mayor sustitutivo de las personas.
Vayamos a Darwin (la supervivencia de quien mejor se adapta), a la “ley del aprendizaje” de Marina (porque no estamos en la sociedad del conocimiento, sino en la del aprendizaje) y quedémonos con un concepto poderoso: Learnability (Mara Swan), presentado en Davos, WEF, en 2017. O aprendes o desapareces.
El Futuro del Empleo (futuro que ya es presente, pero está mal repartido, como dijo el escritor William Gibson, el padre el cyberpunk) sigue la ecuación 5T = M2E2L.
5T no es el Termintator de quinta generación, sino las cinco tendencias, ligadas al Talento:
- Talent Magnet
- Talent Experience
- Talent hybrid Ecosystem
- Talent Learning (skills revolution)
- Talent Leadership (Digital Leader)
De cada una de esas tendencias hemos hablado de su impacto en los objetivos de la dirección (crecer rentablemente, eficiencia, productividad, innovación, sostenibilidad).
Hoja de ruta: tomarnos en serio el talento, porque la alternativa como organización es perecer. Disponer de un Modelo de Liderazgo Propio para rentabilizar las inversiones en formación y desarrollo, contar con Mapa de Talento (desempeño y potencial), medir y mejorar el Total Motivation, instaurar como hábito l@s líderes-coaches y las conversaciones de carrera, desvincular elegante y profesionalmente. Atraer, desarrollar y comprometer de verdad. O el verdadero talento no querrá emplearlo para ti.
La canción de hoy, ‘Oops, I did again’ de Britney Spears
La Osteria Francescana, uno de los mejores restaurantes del mundo, tiene un postre llamado: ‘Oops, I dropped the lemon tart’. Un homenaje a los errores de los que se aprende. Así es el genio de Massimo Bottura, de su esposa Lara Gilmore y de todo su equipo. Te recomiendo su libro ‘Nunca confíes en un chef italiano delgado’. 296 páginas deliciosas, con fotografías de Stefano Graziani y Carlo Benvenuto. Y por supuesto, su programa en Netflix (Chef’s Table, primera temporada).
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