Un estupendo día en Estoril. Esta mañana he tenido el honor y el placer de impartir la conferencia inaugural sobre Fidelización del Talento en el Congreso Internacional de la APCC (Asociación Portuguesa de Contact Centers), ante más de 500 directivos. La impartido en inglés, con inicio y final en portugués. Agradezco sobremanera a los organizadores que contaran con nosotros en tan prestigioso Congreso.
Anoche, mi compañero Rui (ManpowerGroup Portugal) me llevó a cenar a un restaurante delicioso, Mar do Inferno (se suponía que estábamos frente al Mar donde la tierra, plana, caía al abismo). Pescado y marisco exquisito del Atlántico. Aquí ya ha recibido ‘Licencia para Ganar’, el nuevo libro de Leonor Gallardo y un servidor. Y hoy visitaremos por la noche un hotel en el que se alojaron simultáneamente cinco reyes durante la II Guerra Mundial (por algo Estoril es la cuna literaria de los relatos de Ian Fleming sobre James Bond).
He estado leyendo ‘El éxito de los introvertidos’ de Sylvia Löcken, un best-seller en Alemania (más de medio millón de ejemplares vendidos), recomendado por el Financial Times.
Solemos pensar que los líderes, y especialmente los líderes-coaches (que lideran desarrollando el talento de los suyos), son extrovertidos: sociables, energéticos, impactantes. Pero no siempre es así.
Susan Löhken, experta en comunicación, ha analizado el éxito de los introvertidos (como Zidane) y ha publicado un libro al respecto. También son o fueron interovertidos Woody Allen, Charles Darwin, Marie Curie, Bob Dylan, Albert Einstein, Gandhi, Bill Gates, Hitchcock, Michael Jackson, Michel Pfeifer, Steven Spielberg, la Madre Teresa de Calcuta o Mark Zuckerberg.
Se puede tener éxito
siendo introvertido
Lo que diferencia a extravertidos e introvertidos es “¿de dónde procede la energía?”. Las personas introvertidas toman la energía de fuera y la llevan hacia dentro; por eso son reservadas y se protegen. Necesitan paz y tranquilidad, y por ello suelen ser menos visibles. No extraen la energía de la interacción social; por el contrario, la interacción social les resta energía. Por ello, necesitan desconectar.
Sin embargo, los introvertidos como Zidane tienen un tesoro oculto: sus diez fortalezas principales. Son las siguientes:
1. Prudencia: El intercambio de opiniones es una muestra de respeto.
2. Sustancia: Comunican con un elemento de profundidad.
3. Concentración: Crecen a base de concentrarse.
4. Saber escuchar: No practican el monólogo cansino sino el diálogo verdadero.
5. Calma, tanto interior como exterior
6. Pensamiento analítico: Son capaces de aislarse del ruido externo.
7. Independencia de criterio
8. Perseverancia: Siguen y siguen en pos de un objetivo
9. Escribir en vez de hablar: Son gente de pocas palabras,
10. Empatía: Conectan (en este caso, con los jugadores).
Los posibles obstáculos de los introvertidos son el miedo, la excesiva atención al detalle, el exceso de estimulación, la pasividad, la evasión, ser excesivamente cerebrales, el autoengaño, la fijación, evitar el contacto y evitar el conflicto.
Para gestionar bien la diversidad, hemos de contar en el equipo con introvertidos (abejas, cisnes y búhos, según la terminología del Diversigrama), extravertidos (toros, bueyes y mariposas) y equivertidos (delfines, leonas y gacelas). Cuanta mayor diversidad, mayor riqueza.
La canción de hoy, un precioso fado cantado por Dulce Pontes, ‘Lágrima’:
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