De vuelta a Madrid desde Barcelona en el AVE de las 8 de la mañana. Hoy distintas reuniones en la Talent Tower, entre ellas con el DG de una de nuestras principales empresas clientes para planificar el 2018. Como la estrategia de Talento (Modelo de Liderazgo propio, valoración, desarrollo, coaching, desvinculación) ha de estar íntimamente conectada a la estrategia de negocio, el/la primer ejecutiv@ debe llevarla personalmente.
Ayer tuvimos el último Cine Fórum Empresarial APD Zona Mediterránea en los multicines Gran Sarriá de Barcelona. Como nos tienen acostumbrados, aforo completo y una excelente sensación de disfrute y aprendizaje. Mi gratitud a Mercé, Anna, Albert, Edgar y todo el equipo de APDZM.
La Librería (The Bookshop) es una película de Isabel Coixet, basada en la novela de Penélope Fizgerald (1916-2000). Apellidada Knox de soltera, Penélope era hija de un editor y sobrina de un teólogo y de un especialista en la Biblia. Empezó a publicar a los 58 años. La Librería es de 1978 y quedó finalista del booker Pirze (lo ganó con A la deriva, 1979).
En 1959, Florence Green (interpretada por Emily Mortimer, a quien hemos visto en Trabajos de amor perdido, Match point, Notting Hill, Shutter Islandy las series Rockefeller Plaza y The Newsroom) se plantea comprar Old House para montar una librería. “Tenía buen corazón, aunque eso sirve de bien poco cuando de lo que se trata es de sobrevivir”. Y la establece en Hardborough (“el pueblo duro, cruel”), un sitio sin cine, ni tintorerías, ni un local donde comer fish and chips. Una localidad donde “la gente ha perdido el deseo por las cosas raras”.
Aparece el director del banco, que piensa si conceder o no la operación. Se opone a la librería Violet Ganmart (Patricia Clarkson), esposa de un general, que desea crear en Old House un centro de arte. Apoyan a Florence Green (nombre que evoca lo verde, lo natural, lo que florece) Edmund Brundish (Bill Nighy), un caballero solitario y de honor que reconoce en Florence el coraje, “cualidad que usted tiene en abundancia”. Tiene como empleada a una niña de apenas 11 años, Christine Gipping (que la ayuda en la tienda) y después al cínico Milo North (James Lence, a quien hemos visto en el episodio de Black Mirror sobre el candidato Waldo). La historia de un pueblo que en realidad no quiere tener una librería, metáfora de aquellas organizaciones (probablemente el 80% paretiano) que, si les pregunta el/la líder qué se debe cambiar, te responden desde el conformismo y el inmovilismo. Parece ser que Penelope Fitzgerald se inspiró en ‘El Cura de Tours’ de Honoré de Balzac, gran conocedor del alma humana. Sin embargo, y sin ánimo de “spoilear” (destripar) la peli, Coixet introduce respecto a la novela una nueva esperanza, la de la valiente niña Christine y su floreciente amor por los libros.
Esta historia de resistencia al cambio, tan universal, me ha recordado aquel poema de Luis Palés Matos: Pueblo, que cantaba el gran Alberto Cortez: www.youtube.com/watch?v=2ihzvHFR_S0“Piedad, señor, piedad, para mi pobre pueblo. Porque mi pobre gente, se morirá de nada”.
Después, cenita ligera en Chéri (Enric Granados), recordando los Afterwork celebrados en Barcelona y las decenas de grandes ponentes que han pasado por allí. El año 2018 se cumple el décimo, que será muy especial a buen seguro. Y también se celebrará en la ciudad condal el congreso de directivos, sucesor de los de Santiago, Valencia, Bilbao y Madrid. Grandes esperanzas…
…si las cosas no se tuercen. Portada de Newsweek de esta semana: ‘Putin se prepara para la III Guerra Mundial’. Artículo nada superficial de Owen Matthews: ‘La Paz es Guerra. La Ignorancia es Fuerza’. Muchos rusos creen que la guerra es inminente, y así como le gusta a Putin. Los más seniors no se lo plantean como algo condicional, sino cuestión de tiempo. El presidente ruso ha dedicado este año 65.000 M $ a gasto militar (muy poco comparado con los 611.000 M $ de EE UU), el 3’3% del PIB, con 300.000 soldados en la Guardia Nacional Rusa. Entre sus aliados, Assad (Siria), el general Soleimani (Irán) y Khalifa Hifter (Libia). “No es una alarma gratuita. Cuanto más dependa la popularidad de Putin de mantener a Rusia en guerra, más peligrosa se volverá la situación”.