Hoy es un día importante. Hace 99 años este 18 de julio nació Nelson Rolilhahla Mandela (“Madiba”, para sus conciudadanos), abogado, activista contra el apartheid, político y filántropo sudafricano que, tras 26 años confinado en la prisión de Pollsmoor (Robben Island), fue elegido presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999. Fue el primer mandatario de raza negra en liderar el poder ejecutivo y el primero en ser elegido por sufragio universal. Fue Secretario General del Movimiento de Países no alienados entre 1998 y 1999. Nos dejó el 5 de diciembre de 2013. Premio Lenin de la Paz (1990), Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1992), Premio Nóbel de la Paz (1993) y Medalla Presidencial de la Libertad (1999), la figura de Mandela ha quedado como el mayor exponente de Liderazgo de nuestro tiempo, y así debemos honrarla.
En noviembre de 2009, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 18 de julio como “Día Internacional de Nelson Mandela”, por sus 67 años de contribución a la paz y la libertad. En su resolución 64/13 se reconocen los valores únicos de Mandela al servicio de la humanidad en resolución de conflictos, relaciones interraciales, promoción y protección de derechos humanos, reconciliación, igualdad de género, derechos de la infancia y otros grupos vulnerables, lucha contra la pobreza, por la democracia y la justicia social. Por el Liderazgo, en definitiva. En la medida que honramos su figura destacamos la importancia del autentico Liderazgo en la sociedad, en la empresa, en la vida.
Mi particular “historia con Mandela” comenzó hace una década. Del 10 al 12 de septiembre de 2007 tuve el honor de asistir al sexto congreso mundial de Inteligencia Emocional en Johannesburgo, bajo el título ‘Inspirando un futuro emocionalmente inteligente’. Allí conocí a varios colaboradores de Madiba (André Vermeulen nos habló de primera mano de sus competencias emocionales y Mike Boon sobre el concepto de Ubuntu, Humanidad) y a Silvia Damiano, máximo exponente del NeuroLiderazgo con su modelo i4. Conté en este blog aquellas vivencias… “Mañana dejaré Sudáfrica, pero creo que Sudáfrica no saldrá jamás de mi corazón. Es la gran esperanza de la humanidad para un futuro mejor”, escribía un servidor por entonces.
Apenas un mes después, la revista Fortune dedicaba su portada a ‘How to be a great leader’, con las siguientes recomendaciones desde las mejores prácticas:
- Invertir tiempo y dinero. En McDonald’s el CEO revisa personalmente el desarrollo de los primeros 200 directivos y en General Electric, de los top 600. Si queremos saber si se toma en serio, basta con ver la agenda del Consejero Delegado. El de Medtronic dedica más de la mitad de su tiempo a estos temas. En American Express, más del 25% de la retribución variable está ligada al desarrollo del talento.
- Identificar pronto a los líderes prometedores. En GE evalúan el Liderazgo desde el primer día de rabajo.
- Elegir asignaciones estratégicamente. El primer ejecutivo de Eli Lilly considera que dos tercios del desarrollo del Liderazgo proviene de la experiencia profesional y un tercio de mentoring y coaching.
- Desarrollar a los líderes en sus trabajos actuales. No cambiar de responsabilidad hasta cumplir un mínimo de 18-24 meses. Así lo hacen Eli Lilly o Nokia.
- Ser apasionado con el feedack y el apoyo. Sin un feedback honesto y continuado, ningún profesional sabe cómo lo está haciendo realmente.
- Desarrollar equipos, no solo individuos. General Electric lleva a los equipos enteros a Crotonville a mejorar juntos. “No hay excusa para no hacerlo”, dicen en GE. Nokia aplica la misma práctica de coaching de equipo.
- Potenciar el Liderazgo a través de la inspiración. Procter & Gamble sigue un programa llamado Liderazgo inspirador. Lo mismo ocurre en American Express, Medtronic o Lilly.
- Animar a los líderes a ser activos en sus comunidades. Hay muchas ventajas, como fomentar valores como la integridad o la responsabilidad social.
- Hacer del Desarrollo del Liderazgo parte de la Cultura Corporativa. Desarrollar líderes no es un “programa”, sino un modo de vida. Y la mejora no acaba nunca.
Entre los 11 mejores ejemplos mundiales, el BBVA de Juan Ignacio Apoita e Inditex.
El 5 de febrero de 2009 comenté en este blog sobre ‘El factor humano’ (Playing the enemy, en inglés), el magnífico libro de John Carlin, periodista hispano-británico que conoció a Mandela de primera mano. Destacaba del líder sudafricano el espíritu conciliador, que apela a lo mejor de la gente. El Ubuntu, el espíritu de comunidad.
Como todo el mundo sabe, con aquel texto de Carlin hizo una gran película, ‘Invictus’. El 10 de enero llamé en este blog a ese año 2010 ‘El año Mandela’. El 9 de febrero de 2010 celebramos un Cine Fórum APD con el título ‘Valores para un país, valores para la empresa’ (800 asistentes) con el embajador de Sudáfrica, el entonces capitán de La Roja y del Real Madrid Raúl González Blanco y el actual mentor del Human Age Institute Jorge Carretero. Por entonces le pregunté a Jorge en el debate si nuestra selección ganaría el Mundial de Sudáfrica de aquel verano y, como no podía ser de otra manera, se mostró muy prudente. Creo que él ya lo intuía. El 30 de abril hicimos con Jorge Carretero otro Cine Fórum (esta vez con ‘Buscando a Eric’) en el que intervino Míchel, por entonces entrenador del Getafe y actual coach del Málaga. Siete años de aquello. Con Carlin tratamos el Liderazgo y la integración para Inditex con Pablo Isla y su Top 50, para la entidad que hoy es ABAnca, con la Kutxa, etc. Todo un honor.
Carlin nos regaló otro libro sobre el líder sudafricano, ‘La sonrisa de Mandela’ (lo comenté aquí el 2 de diciembre de 2013). “Los ingredientes para que nadie, ni siquiera la reina de Inglaterra ni el presidente de Estados Unidos, pudiera resistirse a sus encantos, son, a juicio de Carlin, estos cuatro:
- Siempre se presentaba como un hombre de una integridad inquebrantable y nunca traicionaba esa impresión inicial.
- Mandela trataba a todo el mundo con respeto.
- Tenía carisma (más bien presencia), porque infundía respeto y admiración.
- Poseía una extraordinaria empatía.
“Un líder de verdad es alguien que nos ayuda a superar las limitaciones de nuestra pereza individual y nuestro egoísmo y debilidad y miedo y lograr que hagamos cosas mejores, y más difíciles que las que podemos hacer por nosotros mismos” (David Foster Wallace, citado por Carlin, op. cit.).
De Mandela y su autobiografía, ‘El largo camino a la libertad’ hablé en la conferencia ‘Liderar es servir’ para los rotarios de Alicante (24 de octubre de 2013). La versión cinematográfica, ‘Mandela: del mito al hombre’ la vi el 19 de enero de 2014. Recordaba un artículo de Santiago Vázquez (estos días en la Universidad Internacional de Andalucía en La Rábida): ‘Ser feliz depende de querer serlo’. “La Felicidad, como la Libertad, es una opción personal, aunque requiera de un largo camino”.
El destino me tenía reservado un último presente: conocer y poder hablar con la viuda de Mandela en los Premios Fundació Princesa de Girona 2015 (jueves 25 de junio). Le pregunté si su esposo es como nos lo habían contado. Puso una indescriptible mirada de amor, elevando los ojos, que no necesitó de palabras.
¿Qué nos ha enseñado Mandela? Sobre todo, el valor de la Generosidad. Vuelvo a John Carlin (que llamó a su hijo “Nelson”): cuando alguien es generos@, puede ser un/a gran profesional y una gran persona. Como diría mi bien amigo Joxe Mari, “el que se da no se vacía”.
Mandela nos enseñó también de una manera única a amar la Paz. “La Paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la Paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar, independientemente de raza, color, credo, religión, sexo, clase, casta o cualquier otra característica social que nos distinga”, Nelson Mandela.
Madiba seguirá vivo mientras le recordemos y sigamos, en lo que podamos, su contundente ejemplo.
El Día Internacional de Liderazgo merece una canción, ‘Mandela Day’ de Simple Minds: www.youtube.com/watch?v=elQ4zudTaHU Today, and always, Mandela is free.