23F, 36 años después del intento de Golpe de Estado, en el que se suceden varios eventos en Madrid: la reunión de Multinacionales por la Marca España (más de 40 grandes compañías), el Talent at Work del Human Age Institute en la Universidad Camilo José Cela con dos de nuestros mentores: Jorge Carretero y Álex Rovira, y la presentación del libro ‘Saltar de la pecera’ de Cristina Mulero, con Yolanda Sáenz de Tejada, Andrés Pérez Ortega y un servidor.
He retomado de la web de Psychology Today un interesante artículo del Dr. Peter Gray: ‘How to ruin children’s play’ (Cómo arruinar el juego de los niños). Su lema es “Enjoy, not Distroy” (Disfruta, no destruyas). www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn/200901/how-ruin-children-s-play-supervise-praise-intervene
El Dr. Gray propone un par de ejemplos en la iglesia de su comunidad (niños jugando unos con otros, preparando decoración navideña), propone un modelo de tres pasos: supervisar, reconocer y –excepcionalmente- intervenir, cita al psicólogo ruso Lev Vygotsky (gran observador del juego infantil, muy apreciado por José Antonio Marina) cuando decía: “cuando el niño juega, se comporta por encima de su conducta habitual, como si fuera una cabeza más alto” y lo traslada a los adultos: “damos la mejor versión de nosotros mismos cuando jugamos”.
Un texto que me ha hecho reflexionar. Pedimos en nuestras organizaciones que asumamos “retos ilusionantes” y con frecuencia olvidamos que “ilusión” proviene del latín “ludere”, jugar. Somos, como nos enseñó Johan Huizinga (1938), “homo ludens”, seres que juegan. Por eso nos apasiona el deporte, el baile, o las actividades en las que mostramos nuestros mayores talentos. “Fluimos”, en términos de Mihalyi Csikzentmihalyi, cuando nos marcamos desafíos, retos, proyectos (el futuro que nos gustaría) y elevamos nuestras capacidades (a través del compromiso) a la altura de ese reto, cuando trascendemos el presente soñando lo que deseamos y nos ponemos “manos a la obra”, jugando, para conseguirlo. Desgraciadamente, cuatro de cada diez personas sufren de ansiedad porque no se sienten protagonistas de ese futuro y la mitad se aburre porque no se marca retos ilusionantes, porque se conforman con lo que la situación actual les ofrece. Bienvenidos, soñadores (aquéllos de la campaña de Apple: “Think different”).
Concentración y Persistencia, Pasión y Perseverancia: “True Grit” (Verdadera determinación), como el título de la película de John Wayne que aquí tradujimos poéticamente como “Valor de Ley”. Así actuamos cuando jugamos.
En términos de Liderazgo (la variable que en mayor medida impacta en los resultados de negocio), los directivos que impiden “jugar” a sus equipos (que destruyen, no disfrutan) están hipotecando en futuro de sus compañías. Son aquellos que practican la microgestión, tratando de controlarlo todo. Los que contagian de emociones negativas (miedo, vergüenza, tristeza) a su entorno, elevando el cortisol de la organización. Quienes transmiten ansiedad, buscan atajos y se obsesionan con los datos financieros sin generar las causas (el talento, los procesos, la calidad de servicio). Los que humillan voluntaria o inconscientemente, se muestran fríos y distantes, mienten y gritan. Los que impiden que nuestro “niño interior” se manifieste.
Por el contrario, l@s grandes líderes comparten una visión de futuro por la que “merece la alegría” luchar, se muestran vulnerables (reconocen sus errores y sus oportunidades de mejora), hacen equipo, apelan al optimismo inteligente y al entusiasmo contagioso, muestran una postura expansiva y abierta, dominan un lenguaje de alegría y buen humor, transmiten emociones positivas, celebran los éxitos… son un modelo de conducta de desarrollo del talento.
Enjoy or destroy? Disfrutar, como nos ha enseñado Silvia Damiano con las 3 E del Engagement (Enganche, Implicación, Compromiso), es la primera de las claves para que las personas ofrezcamos nuestra mejor versión. Es lo que posibilita nuestra conexión emocional y la capacidad para sentirnos poderosos.
Creo que el juego es el denominador común de los eventos de hoy. Es lo que enseñamos a los jóvenes en los ‘Talent at Work’ para elevar su empleabilidad: la importancia de su actitud y su compromiso. Es lo que hace posible “Saltar de la pecera” (si nos tomamos la vida demasiado en serio, la perdemos irremisiblemente). Y, en el país de la Calidad de Vida, es lo que potencia la Marca España.
Let’s play. Let’s dance. La canción de hoy, por supuesto, la de Bowie: www.youtube.com/watch?v=B2HWuR2mq5M
Sigamos jugando, por favor.