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¡La boda de Belén y Carlos ayer en Toledo ha sido una de las más divertidas a las que he asistido en mi vida! Ceremonia en la capilla de San Pedro de la capital manchega y fiesta en el Cigarral del Ángel Custodio (preciosa ermita del siglo XVII) hasta altas horas de la madrugada… Mi gratitud a los contrayentes (sois verdaderamente especiales) y a mis compañer@s de ManpowerGroup, que distéis ejemplo de cómo pasárselo bien.
La canción de hoy, presente en la mencionada fiesta, es ‘Deja que te bese’, de Alejandro Sanz y Marc Anthony: www.youtube.com/watch?v=jucBuAzuZ0E “Tú eres la casualidad/ más hermosa que me trajo el cielo”.
Hoy hemos leído el número de septiembre de GQ España, con el artículo de portada ‘¿Necesitas poner un COACH en tu vida? Lecciones de fútbol para directivos’ de Antón de Lorenzo. Un artículo sumamente interesante de nueve páginas con un cuestionario de estilos de Liderazgo.
Antón tiene la amabilidad de citarme en la explicación sobre el estilo de los distintos entrenadores de fútbol de éxito y en el paralelismo con el liderazgo empresarial. Así por ejemplo:
- Zidane, el hombre tranquilo. “Zizou es un gran cohesionador, pero necesita profesionales muy buenos y con abundante talento en sus equipos de trabajo. No valen los jugadores con potencial y sin rendimiento. Con ellos no logró nada en Segunda División, como ocurrió en el Castilla”. “En el ámbito empresarial, el estilo de Zidane es idóneo para esos jefes con equipos de elevado nivel, experiencia y ganas. En esos casos, no se requiere imponer nada, sino dejar jugar”. “Para una pyme en crecimiento, el modelo de gestión del francés no serviría. Esa sensación de fluidez de la doble Z ha sido balsámica tras el paso de su antecesor, Rafa Benitez”. Pero además de respeto, Zidane saca tiempo para calzarse las botas de tacos y sentirse uno más entre la muchachada. “Ha ganado la undécima porque es como uno de ellos. Genera espíritu de equipo, buen rollo. Es un jugador que hace de entrenador. Es lo mismo que sucede entre los directores de orquesta que poco antes han sido violinistas o pianistas”.
- Luis Enrique, el rostro impenetrable: “Lucho tampoco necesita comprometerse para crear una marca poderosa. Luis Enrique es una variante de Guardiola en su capacidad para orientar a los jugadores, pero no ha logrado cohesionar al equipo. Esa tarea de liderazgo la realiza Mascherano a través de las frecuentes parrilladas que organiza para sus compañeros. Además, el técnico culé tiene escaso trato con los jugadores y le sacan fácilmente de quicio en las ruedas de prensa”. “El modelo de gestión de Lucho sería válido para aquellas compañías consolidadas que necesitan dar paso a una segunda generación. Suele ocurrir cuando un Director General exitoso cambia de empresa y se requiere un sucesor que continúe la trayectoria añadiendo algunos retoques”.
- Simeone, el cholismo: “Puede ser modelo para las empresas que quieran crear branding, que pretendan generar marca como empleador”. “Su modelo de liderazgo triunfaría en colosos como Google, Amazon y Apple, firmas con un crecimiento notorio, pero no tanto en multinacionales consolidadas, como General Electric por ejemplo”. “El Cholo es muy dependiente del profe Ortega, su colaborador de confianza”.
- Jose Mourinho, el sargento de hierro: “En el ámbito empresarial, Mourinho se identificaría con el ejecutivo creativo de fortísima personalidad. Su perfil sería perfecto para compañías que están reconvirtiéndose, transformándose y creciendo”. La rivalidad con Guardiola será uno de los alicientes de la Premier League. Ambos son ganadores, tienen las ideas claras, dicen lo que piensan, son transparentes y cuidan el talento de sus jugadores (Antón se refiere a nuestro libro ‘Mourinho vs Guardiola’ con la gran Leonor Gallardo). “El portugués sabe el titulaer que quiere ver publicado, y lo prepara a conciencia con la dosis de provocación necesaria. Ante las cámaras, habla para los periodistas, para el público, pero sobre todo para su cliente, el presidente o el principal accionista, que es quien lo contrata, ya sea Roman Abramovich, un jeque árabe o Florentino Pérez”. “Quiere a sus jugadores juntos, desde la noche anterior, y hasta controla todo lo que comen”.
- Guardiola, general y estratega. En ‘Liderazgo Guardiola’ elogiábamos la maestría de este coach a la hora de gestionar la euforia (estado de ánimo de optimismo excesivo, hasta el punto de bajar la guardia ante el rival) y la disforia (desánimo, pesimismo). “Ocurrió con Pujol y con Xavi Hernández, jugadores listos que trasladan su idea de juego al césped. Pep es un líder que se crece en las dificultades, es resiliente y saca fuerzas de flaqueza en los momentos adversos”.
- Carlo Ancelotti, el pacificador. “Es un entrenador que pregunta a los jugadores qué les gustaría hacer y a partir de esa información comienza a funcionar. Aporta valores, se lleva bien con la gente y pide sugerencias a los líderes del equipo, conocedor desde joven de las reglas no escritas del vestuario”.
- Claudio Ranieri, el hombre del pueblo: “Es bueno para hacer creer a los demás en sus posibilidades, en desarrollar el talento y en ofrecer oportunidades a personas que tienen potencial. Sería un excelente fichaje para corporaciones con planes de expansión en otros países, pero no serviría para dirigir un equipo de cracks. De hecho, siempre ha tenido problemas en esas circunstancias”. “El italiano sería de esos líderes amables en situaciones de crecimiento, pero que no ofrecen su mejor versión en momentos de tensión”.
Te recomiendo esta publicación de septiembre, que incluye un cuestionario de estilos de liderazgo (a la Goleman: visionario, directivo, afiliativo, imitativo y capacitador) con los ejemplos de los mencionados coaches. Gracias, Antón, por un artículo tan completo.