Ayer por la tarde fui a ver una interesante película argentina, ‘Al final del túnel’, escrita y dirigida por el rosarino Rodrigo Grande. Joaquín (un prodigioso Leonardo Sbaraglia) está en silla de ruedas y a través de un anuncio logra que Berta (Clara Lago) y su hija Betty (Uma Salduende) se alojen en su casa. Una noche, en el sótano, escucha ruidos sospechosos: una banda de atracadores, dirigida por Galereto (Pablo Echarri), trata de hacer un butrón para robar las cajas fuertes del banco anexo.
Tercer largometraje de Rodrigo, con actores en estado de gracia (Clara Lago sólo necesitó cinco clases para adoptar un acento argentino; el extra del gran Federico Luppi, que aparece en todas sus cintas), un tono lúgubre a lo Edgar Allan Poe y un final absolutamente inesperado. Me gustó mucho la galería de personajes que se nos presenta. Al director le sorprendió gratamente (y a los espectadores) el recital interpretativo de Leonardo Sbaraglia, la actitud de Clara Lago (un “animal de cine”), la planta de Pablo Echarri (que es además uno de los productores e interpreta a un salvaje y psicópata muy convincente) y la sabiduría de Federico Luppi, la quintaesencia del poli corrupto. Muy cuidada visualmente, su música es inquietante.
En definitiva, recomendable. Este verano, me quedo con ‘Money Monsters’ (Clooney & Julia Roberts), la entretenida ‘Cazafantasmas’ y para niños ‘Alicia a través del espejo’.
Hablando de bandas sonoras, hoy hemos ido Zoe y yo a almorzar a La Vaca de Castellana junto a Torre Picasso. Música de Whitney Houston: ‘I have nothing’ (www.youtube.com/watch?v=FxYw0XPEoKE), ‘I will always love you’, etc. y de Malú, ‘Aprendiz’.
En la revista Tiempo de este mes, José Antonio Marina es entrevistado por Luis Calvo: “Estamos en una situación de bloqueo educativo”. La LOMCE en vigor, con la oposición y muchos profesionales de la docencia que quieren derogarla. JAM insiste en los objetivos que propuso en ‘Despertad al diplodocus’ (y que en su día reseñé en este blog): “Conseguir un sistema educativo excelente, capaz de unir calidad y equidad y alcanzar el 5-5-5”. Ya sabes, que contemos con un sistema educativo de alto rendimiento en cinco años, invertir en educación el 5% del PIB y lograr cinco metas, entre ellas reducir el abandono escolar al 10%. 13 propuestas que puedes consultar en www.papeles.joseantoniomarina.net. “Hay que movilizar el talento para alcanzar soluciones que respeten todas las aspiraciones” (las obligaciones del Estado, los derechos de los padres, etc). Como el maestro Marina, much@s somos optimistas en cuanto a la flexibilidad de los partidos si son conscientes de la suma importancia del tema. Nos jugamos, literalmente, el futuro, y no sólo respecto a la empleabilidad de nuestros jóvenes, sino al capital social (cohesión, innovación) imprescindible en nuestro desarrollo como comunidad humana.
Mi gratitud, una vez más, a José Antonio Marina, a Carmen Pellicer y a todo el equipo, quijotesco (en la mejor acepción de la palabra) en pos de luchar contra los molinos del inmovilismo y la ignorancia. Para salir del túnel, una mejor educación. No nos queda otra.